EL REGRESO DEL MÉRIDA FC
AL “CARLOS ITURRALDE”
Por: Mario Peniche Gorocica
Pasaron tres años, cuatro meses y 27 días para que el fútbol de ascenso regresara. El “Carlos Iturralde” no estaba solo pero tampoco disfrutaba de sus mejores tardes, la Primera División “A” se había ido de Yucatán, y en su retorno, los primeros cinco partidos se jugaron en el “Alonso Diego” de Tamanché.
En mayo del 2005, los Venados del Mérida cerraron su primera época jugando en el estadio Olímpico. Un empate a dos goles ante el Pachuca Juniors, marcó la salida de los astados y el argentino Nicolás Saucedo tuvo el privilegio de marcar el último gol del partido.
Los días transcurrieron, la espera terminaba, y el estadio lucia majestuoso. Aun sin sus seis torres de alumbrado, pero si con vestidores, palcos de directivos y pasto en la cancha renovados, el pasado sábado 4 de octubre, reabrió sus puertas para dar lugar al partido de la fecha 12 del apertura 2008 de la Primera “A” del fútbol mexicano.
Más de 8,000 aficionados asistieron al estadio, seis mil pagaron boleto y otros dos mil habían sido invitados por la directiva. Todos vibraron, se emocionaron y disfrutaron del triunfo que el Mérida FC conquistó ante el Atlético Mexiquense por marcador final de dos goles a uno.
El primer tanto fue obra de Luis Orozco, el mejor anotador al momento de los Venados quien concretó al minuto 12 del primer tiempo, su cuarto gol de la temporada.
El segundo, fue en la parte complementaria al ´52, y fue de gran manufactura, fue auténticamente un "golazazazo", Nicolás Saucedo desbordo por la banda derecha y mandó un disparo que se anidó en el ángulo superior ante la mirada atónita del portero, fue un gran gol, un gol que se archivara en la mente, en el disco duro del recuerdo, como en su momento lo fueron los que anotaron Ricardo Rubalcaba, Ramiro Torres e incluso Alonso Diego Molina, en las porterías del estadio de la Unidad Deportiva Kukulcán.
Buen sabor de boca, una victoria justa aunque comprometida al final del cotejo, el rival dirigido por el mundialista nacional (Argentina 1978), Víctor Rangel, le puso el toque de angustia al partido tras su única anotación, sin embargo el vino a realizar su propio partido, jugo con seis menores y en la banca tenia a otros seis, es decir el Atlético Mexiquense es una autentica cantera para proyectar jugadores al equipo grande, los Diablos Rojos del Toluca.
Con el triunfo, los Venados ligaron sus sexta victoria en casa (cinco en el “Alonso Diego” y una en el “Carlos Iturralde”), son los lideres junto con los Tiburones Rojos del Veracruz del grupo tres y comparten además el súper liderato del circuito con los Gallos Blancos del Querétaro, todos suman 24 puntos.
David Patiño, técnico del Mérida FC, merece comentario aparte, el “Profe”, se declaró encantado por la respuesta de la afición al estadio, pero seguramente lo esta más de sus muchachos. Ha hecho de una franquicia con problemas en la tabla del descenso, un equipo protagonista del circuito.
El fútbol de ascenso regresó a Yucatán en julio pasado, ahora a vuelto a su cuna, al estadio Olímpico, en donde salvo en 1984 (Aguiluchos jugo en el Carta Clara), siempre han participado los equipos que quieren y anhelan jugar algún día en la Primera División Nacional, un sueño que hoy podría estar más cerca que nunca, de convertirse en una realidad.
...Cierren las puertas señores, que el invitado especial ha entrado al estadio!
AL “CARLOS ITURRALDE”
Por: Mario Peniche Gorocica
Pasaron tres años, cuatro meses y 27 días para que el fútbol de ascenso regresara. El “Carlos Iturralde” no estaba solo pero tampoco disfrutaba de sus mejores tardes, la Primera División “A” se había ido de Yucatán, y en su retorno, los primeros cinco partidos se jugaron en el “Alonso Diego” de Tamanché.
En mayo del 2005, los Venados del Mérida cerraron su primera época jugando en el estadio Olímpico. Un empate a dos goles ante el Pachuca Juniors, marcó la salida de los astados y el argentino Nicolás Saucedo tuvo el privilegio de marcar el último gol del partido.
Los días transcurrieron, la espera terminaba, y el estadio lucia majestuoso. Aun sin sus seis torres de alumbrado, pero si con vestidores, palcos de directivos y pasto en la cancha renovados, el pasado sábado 4 de octubre, reabrió sus puertas para dar lugar al partido de la fecha 12 del apertura 2008 de la Primera “A” del fútbol mexicano.
Más de 8,000 aficionados asistieron al estadio, seis mil pagaron boleto y otros dos mil habían sido invitados por la directiva. Todos vibraron, se emocionaron y disfrutaron del triunfo que el Mérida FC conquistó ante el Atlético Mexiquense por marcador final de dos goles a uno.
El primer tanto fue obra de Luis Orozco, el mejor anotador al momento de los Venados quien concretó al minuto 12 del primer tiempo, su cuarto gol de la temporada.
El segundo, fue en la parte complementaria al ´52, y fue de gran manufactura, fue auténticamente un "golazazazo", Nicolás Saucedo desbordo por la banda derecha y mandó un disparo que se anidó en el ángulo superior ante la mirada atónita del portero, fue un gran gol, un gol que se archivara en la mente, en el disco duro del recuerdo, como en su momento lo fueron los que anotaron Ricardo Rubalcaba, Ramiro Torres e incluso Alonso Diego Molina, en las porterías del estadio de la Unidad Deportiva Kukulcán.
Buen sabor de boca, una victoria justa aunque comprometida al final del cotejo, el rival dirigido por el mundialista nacional (Argentina 1978), Víctor Rangel, le puso el toque de angustia al partido tras su única anotación, sin embargo el vino a realizar su propio partido, jugo con seis menores y en la banca tenia a otros seis, es decir el Atlético Mexiquense es una autentica cantera para proyectar jugadores al equipo grande, los Diablos Rojos del Toluca.
Con el triunfo, los Venados ligaron sus sexta victoria en casa (cinco en el “Alonso Diego” y una en el “Carlos Iturralde”), son los lideres junto con los Tiburones Rojos del Veracruz del grupo tres y comparten además el súper liderato del circuito con los Gallos Blancos del Querétaro, todos suman 24 puntos.
David Patiño, técnico del Mérida FC, merece comentario aparte, el “Profe”, se declaró encantado por la respuesta de la afición al estadio, pero seguramente lo esta más de sus muchachos. Ha hecho de una franquicia con problemas en la tabla del descenso, un equipo protagonista del circuito.
El fútbol de ascenso regresó a Yucatán en julio pasado, ahora a vuelto a su cuna, al estadio Olímpico, en donde salvo en 1984 (Aguiluchos jugo en el Carta Clara), siempre han participado los equipos que quieren y anhelan jugar algún día en la Primera División Nacional, un sueño que hoy podría estar más cerca que nunca, de convertirse en una realidad.
...Cierren las puertas señores, que el invitado especial ha entrado al estadio!